Ventanas
Tan pronto como comencé a trabajar en la industria de comida, comencé a notar cosas que nunca antes había pensado. Entraría en un café o restaurante como cliente e inmediatamente, sin querer, comenzaría a evaluar quién estaba trabajando y en qué roles, cómo organizaron sus ticketes de órdenes, cómo se veía su máquina de café espresso. Cómo manejaban su espacio e ingredientes en tiempos ocupados. Estiré el cuello para echar un vistazo al mundo privado e invisible de sus cocinas. Por el contrario, en el trabajo, detrás del riel de ticketes, a veces me sentía invisible. Las personas a menudo no parecían darse cuenta de lo que estábamos haciendo, o no estaban prestando atención cuando sus órdenes estaban listas. Estas imágenes surgieron de esas nuevas lentes, nuevas observaciones, de espacios que pueden ser altamente visibles y al mismo tiempo invisibles para el ojo no iniciado.
